Una de las reflexiones más honestas que puedo compartir contigo es que no he aprendido absolutamente nada las veces que he ganado un partido de fútbol, un cliente o nada por el estilo, al contrario, pienso que olvido lo fundamental porque empiezo a mecanizar y pensar que cómo ya funcionó una vez siempre va a funcionar, la cabeza entra en un estado de arrogancia y deja de entender las señales que están al frente.

Casi toda mi carrera he sido un tipo exitoso, al ser pionero digital en redes sociales (casi desde que empezó social media), también en estrategia y demás, casi que todo lo que he hecho ha funcionado. Esto me metió en un trance de arrogancia extrema, casi que al punto de formular el éxito como si fuese 1 + 1 en todo lo que hago. La mayoría de veces funcionó, todo salió bien hasta este año, cuando empezaron a llegar los verdaderos retos y fracasos, una pequeña victoria cada 10 derrotas y dejó de ser sostenible, ya la gloria pasada no me alcanzó para seguir con la frente en alto y se me cayó hasta el pelo.

Pues bien, mi padre siempre nos decía (al vivir en Colombia se vive en crisis constante): “En momentos de crisis podemos llorar o hacer pañuelos”, así que decidí hacer pañuelos y tratar de encontrar formas para salir de la arena movediza en la que me encontraba, sin importar de quien fuese la culpa: el mercado, errores de x o y persona, míos propios. Decidí sacudirme y pensar cómo hacer estos pañuelos.

Compartiré contigo 5 reflexiones para lograrlo (aún estoy en proceso, pero ya hay algo de luz):

  1. Si no funciona, déjala ir: Me refiero a tu idea, tu plan, tu bebé en el que tanto creíste siempre, hay que luchar por ello claro, pero también ser inteligente para entender cuándo dejarla ir.
  2. Mira más allá de 1 metro: A veces nos quedamos tan metidos en el computador que olvidamos ver lo que pasa fuera de casa y de la oficina, la gente nos grita en la cara lo que necesita a diario, presta más atención.
  3. Crea complementos: La gente ya se envía fotos, come, duerme, nada y juega. No pienses en crear algo para cambiar cómo hacen lo esencial, piensa en cómo creas algo que complemente lo que ya hacen para facilitarles la vida, no se las compliques más.
  4. Para, ajusta y sigue: A veces vamos tan de frente y tan rápido al problema/oportunidad que se nos pasan las señales obvias por la nariz, para un momento, analiza, reflexiona, lee las señales.
  5. El plan B no tiene que empezar al morir el plan A: Alguna vez escuché “Si tu plan A falla, no te preocupes, el alfabeto tiene 25 letras más” o algo así, pues NO ESTOY DE ACUERDO, no esperes que el plan A falle para poner el B en marcha, prueba paralelamente a ver qué pasa, si vas a fallar, falla rápido y barato.

No hay fórmulas para ganar, hasta los mejores pierden a diario en los negocios, deportes y hasta en el amor (Ayer Angelina Jolie le pidió el divorcio a Brad Pitt, esa no la veía venir), pero lo que si hay es mecanismos para entender lo que pasa, las oportunidades, debilidades y para ajustar el plan, no vivas en gloria constante, mucho menos en tristeza y frustración porque no hay corazón ni cabeza que aguante eso, trabaja fuerte, con un plan y recuerda que las grandes lecciones vienen del fracaso.

Te comparto mi nuevo proyecto con mucho orgullo: http://bit.ly/2cXYZ8H

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