Me encanta recibir mensajes de ustedes en redes sociales, me llegan todos los días diciéndome “Te admiro, te respeto, ojalá algún día te pueda conocer” o incluso cosas como “Ojalá pueda ser como tú en mi negocio, felicitaciones por todo lo que logras”. Los leo y respondo con humildad y mucha gratitud pero en el fondo me quedo pensando: “No quieres ser como yo, ¿Cuál éxito?, ¿Qué he logrado que tú no?” y otras más. No es por ser pesimista ni mucho menos, estoy siendo honesto en el único lugar que lo puedo ser, mi blog. La realidad es que cada paso que doy al frente la meta se me aleja 10 más, es como si estuviera intentando subir una escalera eléctrica que va bajando, ¿Lo imaginas? ¡Exacto!

La realidad amigos es que no he logrado nada, todos los días vengo a una oficina como tú, algunos días quiero venir, otros no, tengo días buenos y otros malos (últimamente más malos que buenos), tengo que trabajar con gente que a veces siento no hablan el mismo idioma, lo mismo que tú vives en cualquiera sea el trabajo que tienes. Como tú, a veces me siento metido en una rueda de hámster de fracasos con algunos picos de éxitos, pequeñas victorias que son una inyección de gasolina cuando el tanque está en rojo y a punto de parar el motor.

Escucho podcasts, leo sobre emprendimiento a diario para llegar a lo mismo: Nadie la tuvo fácil, todos fracasaron mil veces, zappos casi no lo logra, Godaddy.com en el último respiro salió adelante, apple quebrado par veces, amazon perdiendo dinero con AWS, Uber 8 rondas de capital, en fin. Con esto pienso “Bueno ellos lo lograron, yo también lo lograré” Pero ¿Cuándo es que llega la victoria, qué es lo que hace que todos esos fracasos se conviertan en victoria?

Pues creo que finalmente lo entendí, ayer después del fracaso #1000, de esos que hacen que te duela el pecho hoy se aclaró un poco el panorama y llegó algo de luz, la respuesta no es más que una sumatoria, el éxito viene después de 1000 dolores de cabeza, desilusiones, rabias y líos. ¿Por qué el 90% de los profesionales no son exitosos o incluso felices? (Ese número lo leí hace poco en un artículo), porque no tienen temple, paciencia y madera para llevarse 1000 golpizas, no hay constancia ni piel gruesa.

Como ustedes saben, yo enseño en Miami Ad School hace 5 años, tengo fama de ser uno de los mejores profesores pero también por ser un tipo duro y parco. Hace dos semanas cerramos el trimestre, acostumbro a pedir a mis estudiantes en la última clase, comentarios sobre la experiencia y en este en particular todos me dijeron que el contenido de la clase había sido excelente pero que el trato y mi actitud frente a ellos era desmotivante y que los hacía querer cambiarse de carrera, rendirse. Lo escuché de 14 estudiantes de los 15 del curso, sólo 1 entendió que eso es parte de la formación para lo que se viene en el mundo real, sólo 1 apreció las historias y críticas cada clase frente a lo jodido que es ser profesional en marketing. Por eso al final del día sólo 1 de esos 15 lo va a lograr cuando salga al mundo profesional. Llevo 5 años enseñando allí y otros 6 en otras Universidades y he visto a menos de 10 ex-alumnos lograr ser realmente exitosos en casi 11 años enseñando.

Pues bien amigos, el éxito vendrá con la sumatoria de mil fracasos y sólo los que tengan el corazón y la inteligencia para soportarlos lo encontrarán, aún no sé si yo seré uno de ellos pero al menos ya tengo la fórmula matemática para lograrlo, espero te sirva a ti, aguanta fuerte, aprieta los dientes y sigue al frente, si aguantas 1000 fracasos a lo mejor te llega el éxito.

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