Hace unos minutos Mariana Pajón (BMX Colombiana) se llevó su segunda medalla de oro consecutiva en unos olímpicos, algo que nunca había pasado en la historia del país. Mariana tuvo unas excelentes clasificaciones, siempre primera durante todas las carreras en la semana preliminares, pero algo que me llamaba mucho la atención de sus entrevistas es que ella nunca hablaba de medallas, siempre decía estar tranquila porque se había preparado al máximo pero nunca se comprometió con medallas. Mariana sin duda era la esperanza mayor de Colombia para una medalla de oro por ser campeona mundial pero los medios de comunicación y las redes sociales la pusieron contra las cuerdas durante los últimos meses con un pseudo-apoyo que sonaba más a presión, comprometiéndola a algo que ella no podía prometer ¿Por qué pasa esto? Bueno, lo malo de ser bueno en algo, es que nunca dejes de serlo, sin importar cuantas veces triunfes o contra quien compitas, el paso del tiempo y otras variables. Mariana ganó como se esperaba y sólo allí habló de su medalla, nunca antes a pesar de ser gran favorita, los medios la elogian, los Colombianos como siempre nos montamos en el bus de la victoria y lo ponemos en todas las redes, sin saber qué pasa con ella durante los otros 1.455 días entre cada cita olímpica, sin saber de sus lesiones, de su sueño de ser médico, de su trabajo como embajadora por el mundo, etc. Sólo sabemos de ella cuando gana, no esperando menos, porque si pierde… bueno es una tragedia nacional (por un par de horas).

Mi propia experiencia: Hace unos años, un gran jefe que tuve me encomendó trabajar en un concepto para una campaña de Sony Ericsson (ahora extinto), lo trabajé por días sin parar y el resultado fue una excelente idea que el cliente aprobó sin pensarlo, se ejecutó y todos felices. Yo no acababa de celebrar dicho logro (cuando ganamos la licitación) y ya mi jefe me estaba reclamando por otras 5 cosas que estaban funcionando a medias en la agencia, yo era muy joven aún y lo tomé mal, con frustración y rabia, algo que se notó claramente por lo cual mi buen buen jefe me invitó a salir de la oficina para charlar. Nunca olvidaré sus palabras: “El problema de ser bueno, es que siempre te van a pedir más y nunca será suficiente”. Ahí entendí el “karma” de ser un buen creativo/profesional/persona, nunca iba a poder descansar, nunca sería suficiente sin importar cuantos “goles marcase”. Guardando proporciones obviamente, es lo que le pasa a Mariana Pajón, nuestra heroína olímpica, siempre esperaremos que gane y cuando deje de ganar la olvidaremos como siempre pasa.

¿Pasa esto contigo, te exigen constantemente por ser bueno? o ¿Simplemente estás produciendo como hormiga? Pienso que es una gran pregunta para hacerse, y una de las mejores formas de entender si está pasando es por la diversificación y exploración, por el crecimiento y logros constantes, sean individuales o colectivos con tu equipo. Siempre he dicho que si te acostumbras al éxito llegará la gloria, suena un poco romántico o heroico pero creo firmemente que es así.

Esta semana nos embarcamos en nuevos proyectos en nuestras compañías, un reto importante en educación digital en toda la región, pues muchas personas nos acompañan todas las semanas cuando hacemos webinars o conferencias en diferentes lugares, siempre esperan que nuestros contenidos sean de valor, siempre nos ven como una entidad educativa digital sólida. Pues esta semana empecé a escribir los contenidos, guiones de videos, estructura, etc. No he parado un minuto, entre más avanzo más lejos me siento de terminar, el resultado seguro será increíble pero al tiempo me preparo para lo que viene después, porque al final del día lo malo de ser bueno… es que nunca paras de trabajar y cada vez la presión y expectativas de los que te siguen son mayores.

Sigo trabajando para no defraudarlos amigos, gracias por seguirme, llegamos a 10,000 seguidores en Facebook ayer y quiero agradecerles a todos por acompañarme en este camino, definitivamente son una gran motivación para seguir trabajando (sé que suena a discurso de Shakira, pero no lo entiendes hasta que no te toca).

Gracias Mariana Pajón, Carlos Ramírez y a todos los medallistas de Colombia en estos juegos.

Seguimos trabajando…

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